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Proyéctate como líder personal

Efraín Mendicuti nos trae en su blog 10 recomendaciones para potenciar nuestro liderazgo personal. Seguro será de utilidad para ustedes seguir algunos de estos consejos.
Los vemos todos los días destacando con su trabajo dentro y fuera de las organizaciones con las que colaboran. Vemos, incluso con cierta incredulidad, como hacen ver tan sencillo aquello que hacen con maestría y tratamos de aprender, al menos un poco de ellos.
No importa si se trata del CEO de una gran transnacional, de un coach destacado, un autor o un deportista de alto desempeño, si dedicamos un poco de tiempo a estudiar qué hacen para destacar como lo hacen, podríamos identificar al menos 10 prácticas que estos verdaderos líderes realizan, virtualmente, todos los días:
  1. Tienen claramente definida su marca personal. Y no me refiero a una marca para auto-promoverse como si fueran una lata de refresco, sino la marca que quieren dejar en la vida  de los demás.
  2. Mantienen foco en sus prioridades. Saben que no se trata de hacer lo popular sino lo correcto, poniendo así toda su atención en las actividades que realmente los llevarán a lograr las metas que se han trazado. Saben decir “no” a las peticiones que, aunque podrían hacerlos muy populares con quienes se las solicitan, solo los distraerían del valioso trabajo que saben que tienen hacer. Mantienen primero lo primero.
  3. Entienden la crucial importancia de generar un balance en su vida. Saben cuales son los distintos roles que tienen en lo personal, en lo laboral y en lo familiar y las prioridades que cada uno de estos roles implican, asegurándose de darle un lugar primordial a cada una estas.
  4. Eligen muy bien a sus influenciadores. Saben que si quieren ser los mejores en algo, deben trabajar y rodearse de personas que sean mucho mejores que ellos en eso en particular. Entienden que hoy, gracias a los medios digitales, pueden acceder a personas que, por geografía, antes no era posible contactar, los buscan, levantan la mano y se relacionan con ellos. Reconocen que muchas de las soluciones a los retos que hoy enfrentan están plasmados en miles de libros y escritos; lecturas a través de las cuales se pueden relacionar también con los autores más destacados e influyentes en los temas que les atañen.
  5. Jamás dejan de aprender. Todos los días se dan un espacio para estudiar, leer, preguntar, para meditar, analizar y reflexionar. Y continuamente se dan la oportunidad de intentar algo nuevo. Prueban, indagan y aprenden un poco más. Porque saben que cuando uno deja de aprender, deja de crecer y el día que dejas de crecer comienzas a morir.
  6. Practican, practican y practican. Reconocen que el éxito espontáneo no existe y que tarda, por lo menos 5 a o 8 años convertirse en un gran éxito de la noche a la mañana, así que todos los días practican su arte.
  7. Siempre van más allá del SPLAT. Cuenta la historia que un día un ejecutivo que buscaba el éxito con gran ambición se acercó a un Yogi que encontró en el camino y le pregunto: “¿Hacia dónde está el éxito?”, el yogi sin hablar señaló con el dedo en una dirección. El ejecutivo caminó hacia donde el sabio apuntó y justo tras perderse en el horizonte se escuchó un estruendoso “SPLAT”. Entonces el ejecutivo apareció con un pequeño golpe en el rostro, regresó con el yogi y le dijo: “Creo que hubo una confusión, ¿Me puede indicar hacia dónde está el éxito?”, el sabio, sin hablar, señaló en la misma dirección. El ejecutivo entonces una vez más se puso en camino, pasó del horizonte y siguió andando hasta que poco después se escuchó otro gran “SPLAT!” Esta vez el ejecutivo, realmente enojado, frustrado y golpeado, volvió con el Yogi a reclamarle: “Te he preguntado hacia dónde está el éxito y seguido exactamente tus instrucciones pero todo lo que he conseguido es que un enorme “SPLAT” me golpee… ¡Basta! dime ya en dónde está el éxito.”, demandó. A lo que el yogi con calma respondió: “Está en esa dirección. Justo ahí después del SPLAT”.
  8. Se abren a la retroalimentación. Reconocen la crucial importancia de dar y recibir retroalimentación continua. Buscan recibirla abiertamente y la proveen de manera oportuna. No esperan a que llegue el momento de la revisión anual o trimestral, saben que la retroalimentación es crucial y no puede esperar.
  9. Cuidan y procuran a su más importante activo. Entienden que el único recurso renovable con el que realmente cuentan es su salud y energía, y comprenden que para sentirse en un óptimo nivel, tienen que procurar los cuatro niveles de energía que tenemos: la física (cantidad de energía), la emocional (la calidad de nuestra energía), la mental (como enfocamos nuestra energía en ciertas actividades) y la espiritual (como alineamos el uso de nuestra energía de acuerdo a nuestros principios y valores.
  10. Entienden la ley de la reciprocidad y olvidan el Quid Pro Quo pues comprenden que la reciprocidad no está en esperar algo a cambio por la labor que hacen, sino en realizar esas acciones a favor de otros porque así devuelven a su comunidad todas las oportunidades que han recibido. Comparten su experiencia y conocimiento, comparten su talento, sus recursos y sus relaciones. Comparten porque saben que solo así se genera valor para todos. Porque entienden que nunca se ha tratado de acumular riquezas solo para unos sino de generar abundancia para todos.

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