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Tus clientes internos

Medio día de un día cualquiera, en cualquier lugar del mundo, el detalle geográfico se hará irrelevante, es sólo para contextualizar.

Buenos Días!!! Cristian! (Se su nombre por el identificador que tiene en su camisa)

¿Cuál es su pedido, Señor? “Es la única respuesta a mi saludo inicial.”

Por favor, Cristian, serías tan amable en ordenarme un sándwich de esto, con tal y cual ingrediente y aderezos varios… seguidamente el dependiente1 hace su mecánico trabajo, luego de ello, comparto con él mi agradecimiento por su “atención y servicio” y en respuesta, recibo un ”de nada2 que con mucho esfuerzo logró escapar de una boca casi hermética, por entre una prisión de dientes cuya tarea pareciese la de impedir que expresiones de auténtica muestra de servicio al cliente fuesen puestas en libertad. 

Todo lo anterior, incluido en “el combo especial del día”, cuyos ingredientes describo a continuación: Rostro inexpresivo, mirada inerte e inmersa en quién sabe qué dolor físico ó situación, preocupación, lugar o circunstancia pasada o futura y rígida fisiología.

Lo cierto de lo anterior, es que ese ser estaba muy alejado del presente que le invitaba a ser “uno con el cliente”, en esta oportunidad, era yo quien ansioso solicitaba atención integral, deseoso de una muy alta calidad servicio a todo nivel; es decir, de mente, cuerpo y espíritu, ya que en poco minutos, me disponía a disfrutar mi tan esperado “tiempo para mí”.

Recordé una valiosa anécdota de Ken Blanchard, que decía:”Cuida a tu cliente interno tanto como a tu cliente externo, de lo contrario ese tu cliente interno, tus empleados y obreros, habrán de maltratar a cliente externo, quien finalmente debe disfrutar los beneficios de tus productos y servicios y generar en consecuencia, los ingresos a tu empresa u organización.”

Lo anterior, invita a considerar la opción de generar e incrementar día a día,  la calidad de vida de todos y cada uno de los que integran tu empresa u organización, conocer sus debilidades, sus fortalezas, apoyarlos en el descubrimiento de si mismo, para potenciar el desarrollo  de esas fortalezas y eliminar sus debilidades. Incrementando la calidad del servicio que brindan.

Que la alegría, el bienestar, disfrute verdadero y la real disposición al trabajo, sean una constante, al grado de llegar a ser una forma de vida. 

Tú como empresario, director ó líder, hazte uno con ese compromiso que ciertamente producirá extraordinarios y continuos resultados. Comienza hoy, pues luego, no habrá forma en la cual puedas recuperar el espacio y tiempo perdido o el precio a pagar será excesivo.

Permíteme hacer esta analogía. El perro es uno de los animales más fieles del mundo, pero aun así del maltrato continuo llegara el momento en que dejara de “moverte la cola” al verte.

Entonces, acompaña, guía y apoya. Que tu presencia, el sonido de tu voz o el inminente encuentro contigo, sea motivo y razón suficiente para la alegría y beneplácito predispuesto del otro al encuentro contigo. Esto será el inequívoco parámetro para medir el trato que tienes con todos y cada uno de tus colaboradores, con cada uno de tus “clientes internos”.

Que tu sabiduría y tu luz sean una guía tan amplia y generosa que ilumine tanto fuera como dentro de tu empresa u organización. 

Sé agradecido.

Roberto Blanco

1 Dependiente, persona que presta un servicio al cliente en un establecimiento, en este caso en un establecimiento de “Comida Rápida”.
2   De nada: Respuesta dada por una persona que recibe una muestra de agradecimiento por alguna acción previa.

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