Permíteme, querido lector, iniciar diciéndote que esta propuesta busca – de manera contundente – mostrar la necesidad de salir de los estereotipos del liderazgo, centrados más en “lo que hay que hacer” porque un experto lo dice, que en lo que realmente soy y desde donde puedo ejercer el liderazgo. Es tiempo de los líderes eclécticos.

Los líderes empresariales deben entender, que dado los tiempos de transformación social y organizacional que vivimos, la comprensión de la conducta humana y la colectiva es cada día menos predecible; además debe sumársele el fenómeno de la virtualización de la vida en todos sus sentidos, sobre todo en el aspecto de las relacionales humanas, área donde se hace el verdadero liderazgo.

Lideres Eclécticos.

Sin ánimo de hacer una receta para aplicar el Liderazgo Ecléctico en las empresas y organizaciones, presento cuatro aspectos a considerar, para poder ensayar esta manera de lograr mejores resultados con la gente, y poder definir un estilo de liderazgo propio, adaptado a una realidad determinada.

Los primero que propongo es hacer un inventario personal, sobre las competencias individuales y grupales, en cuanto a los recursos con que se cuentan en lo social, humano y material. Saber con qué se cuenta para lograr el objetivo es el principio de la gestión de un líder. Este inventario se hace en tres ámbitos: a) los recursos del propio líder, b) la capacidad del equipo que le corresponde liderar y, c) el contexto donde ha sido llamado a generar cambios y mejores resultados.

Lo segundo es, definir como se lograrán los resultados a través de un modelo de gestión, se alude el estudiar de manera detallada qué conceptos de gestión y gerencia le gustaría aplicar; cuales serían las combinaciones que le producirían resultados en su entorno. Los líderes son llamados a generar cambios y resultados, y en este pilar del modelo Liderazgo Ecléctico requiere que el líder decida cómo medirá sus resultados.

El tercer paso es revisar cuales disciplinas de la conducta humana podría aplicar, que le permitan apoyar la gestión, en cuanto a las necesidades de influencia, relación y desarrollo de la gente. Hoy existen decenas de enfoques psicológicos, sociológicos, conductistas, teológicos, humanistas, incluso artísticos; que sirven como herramientas a los líderes para poder lograr la transformación de su gente. Si el líder no puede contribuir para que su gente sea cada día mejores seres humanos, el liderazgo carece de sentido y propósito.

Y finalmente como cuarto paso, darse el permiso como líder a la innovación que surge desde la diversidad de ideas, basados en: 1) escuchar a su gente sobre los distintos desafíos que les corresponden vivir como equipo, y que los mismos sean visitos diferentes miradas; 2) crear espacios para que su equipo aporte ideas nuevas a la visión, a las estrategias y, diseñar los pasos tácticos; 3) cuestionar los estándares y buscar soluciones a las causas de manera disruptiva.

Para llegar a ser líderes eclécticos, tiene que existir flexibilidad en la aplicación de los conceptos elegidos, la documentación del proceso y la disciplina en la aplicación. Hoy se necesitan mejores líderes que de manera ecléctica transformen una sociedad cambiante, a la velocidad que urge el cambio en cada hogar, en cada cuadra, en cada ciudad, en cada empresa, en cada departamento, en este lugar que llamamos mundo.

Desde este concepto me he unido a Carlos Rosales, y su propuesta de que “personas compran personas”, idea en la que creo. Juntos hemos logrado un producto maravilloso, increíble, que hará mucho mejor a los líderes y vendedores, quienes podrán sumar a su actuar nuevas capacidades de ventas aplicadas a la gestión de dirigir, y desde el liderazgo ecléctico aplicar herramientas a la gestión de vender.

Amancio E. Ojeda Saavedra

@amanciojeda

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