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El éxito está en el equilibrio

Estoy seguro de que nadie nos refutaría si afirmamos que es el equilibrio lo que nos mantiene en pie. Pero, por otra parte, también estoy convencido de que pocas personas tienen consciencia de que somos nosotros mismos los responsables de cuidar ese equilibrio que mantendrá  en pie, no digo a nuestro cuerpo en el momento presente, sino a nuestro proyecto de vida funcionando hasta el final del camino. No en vano el escritor inglés Gilbert Keith Chesterton señaló en una ocasión que creía en el destino pero que también creía en otra cosa llamada albedrío, y que “lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción”.

Ustedes se preguntarán a qué viene todo esto del equilibrio, y no los voy a dejar demasiado tiempo con la incógnita. Fíjense en esto: alguien puede dedicarse a tener éxito en los negocios, o en el amor, o en las relaciones sociales, o en la conformación de una bonita familia, pero para poder decir que la vida toda, que su paso por la tierra ha sido y está siendo exitoso, debe tener un equilibrio en los logros obtenidos en los distintos aspectos que la componen.

Es decir, que llegaremos más lejos en nuestro proyecto de vida en tanto mantengamos un equilibrio claro en todos esos aspectos. Y que por “proyecto de vida” debemos entender la suma de todos los factores que la alimentan. La clave de este equilibrio está en asegurarnos que todos esos aspectos giren en torno al promedio.

Si no atendemos todos los frentes que componen nuestra vida, alguno comenzará a fallar e inevitablemente arrastrará consigo a todos los demás, hasta a los que estén mejor desarrollados.  Más aún, si hay unos demasiados desarrollados en contraposición a otros poco atendidos, el desequilibrio será mayor. ¿Qué ocasionará esto, tarde o temprano? Efectivamente, que la rueda de nuestra vida termine por deteriorarse y detenerse.

Como ya lo comenté en Personas compran personas, más que un cielo o un infierno que premie o castigue nuestros actos en la vida, lo que existe es un contable que lleva la cuenta de nuestros excesos. Y cuando ese contable decida pasarnos la factura, no queda otra que pagarla.

O pagar las consecuencias.

El trabajo, que no es más que uno de los componentes de nuestra vida, suele absorber una gran cantidad de nuestro tiempo del día a día. Por eso, somos nosotros los que debemos asegurarnos de crearle espacio a los otros componentes, para mantener ese sabio equilibrio que lleve nuestro camino sin accidentes.

Y sí, sé que no es fácil, sobre todo cuando tenemos una relación laboral sujeta a un mundo tan competitivo como el de hoy en día, administrar nuestro tiempo para mantener ese equilibrio, pero no se trata de algo opcional, sino de un asunto vital, si queremos rendir en nuestra actividad laboral. Recuérdalo, se trata de un promedio en el rendimiento de todos los aspectos que componen nuestra vida.

¿De qué te vale trabajar duro, más de quince horas al día, si descuidas el aspecto familiar, el de ocio, o la relación de pareja? Tarde o temprano, el haber descuidado algunos de esos elementos de tu mundo personal, terminará por afectar ese equilibrio que permitía que fueses tan rendidor en el trabajo. Además, el exceso de trabajo conduce al estrés, lo cual debilita el sistema inmunológico, lo que acarrea inevitablemente que te vuelvas más vulnerable a cualquier complicación de salud.

Como ves, más que trabajar mucho, lo que mejorará tu rendimiento será el uso inteligente con el cual sepas administrar tu tiempo para tener un equilibrio en ese gran proyecto que se llama vida.

  1. Saludod Sr. Carlos Rosales. Recientemente empecé a leer su libro «Personas Compran Persona», y pensé en buscar mas información, por lo cual puedo ver y denotar que su libro es su vida total. Lo felicitó! Soy Cristiano, lo anunció porque me gusto este tema «El Éxito está en el equilibrio», y puedo confirmar que de manera amena, usted a comentado el privilegio que es mantener una balanza en toda nuestra vida. La vida cristiana es así, pues Dios nos demanda que vivamos para poder vivir en él, es decir, no es todo iglesia, es mantener un amor por todo y el saber que somos su mejor obra. Dios bendiga sus pasos cada día.

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