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Cuatro acuerdos en las ventas: las palabras

Como lo comentamos en el artículo anterior, Los cuatro acuerdos, escrito por Miguel Ruiz, es una especie de guía para obtener el equilibrio personal, eliminando creencias heredadas que nos limitan y nos impiden una existencia plena, según lo señala su autor.

También dijimos que es un libro cuyo conocimiento se puede aplicar a muchos aspectos de la vida, entre ellas las ventas, y que en esta serie de artículos revisaremos dicha aplicación.

Veamos a continuación el segundo acuerdo:

Sé impecable con tus palabras. Cuando buscamos el origen de la palabra impecable, vemos que viene del latín impeccabilis, lo cual significa «no tener posibilidad de falta», o “libre de falta”. Es decir, el autor habla, en este acuerdo, acerca del poder de las palabras. De la importancia de cuidar lo que decimos ya que, como bien se sabe, la palabra que se profiere ya no puede ser recogida. Y este acuerdo refiere a algo que también hemos dicho nosotros en anteriores ocasiones: no hay palabra inocente. Nuestra palabra es nuestro mayor activo. Y cada vez que la empeñamos ponemos en juego nuestra credibilidad. Debemos ser, entonces, impecable con nuestras palabras frente a nosotros mismos, en un principio, y luego impecable con nuestras palabras ante las otras personas. Y esto incluye a la competencia. No olvides que cuanto sale de tu boca es lo que tú eres. Que tu palabra habla de ti. Y esto es clave, tanto en la vida en general, como en las ventas en particular.

Y esto es fundamental para un vendedor. En nuestra profesión la credibilidad que tengamos será un elemento crucial para el éxito en nuestro desempeño cotidiano. Si un cliente te pregunta para cuándo puede llegar un producto si hace la compra en este momento, tu deber es ser franco y explicar la situación con claridad. Mentir para lograr una venta es, como ya se sabe, ganar la venta pero perder el cliente.

Por tanto, ser impecables con las palabras es una actitud fundamental en las ventas.  Es decir, mi palabra es mi compromiso. Lo que sale de mi boca me describe. Hay que tener mucho cuidado porque siempre las palabras tienen una carga o tienen un efecto, por tanto, ser impecable y cuidadoso con su uso es sustancial en las ventas.

Ser impecable con tus palabras es procurar la coherencia entre lo que piensas y lo que haces. Al ser impecable con tus palabras te conviertes en una persona auténtica y te haces respetable ante los demás y, lo más importante, ante ti mismo. Para nosotros esto es esencial, dado que nuestra filosofía se basa en la frase “personas compran personas”. Por tanto, si tú no eres auténtico, si tú no eres respetable, las personas no te van a comprar como persona y, por tanto, no van a comprar lo que tú vendas. No van a comprar tus sueños, no van a comprar tus ideas, no van a comprar tus productos o servicios.

Con este segundo acuerdo vamos viendo, con cada vez mayor claridad, cómo este libro se puede aplicar para ser mejores personas y, por ende, mejores vendedores. En los próximos artículos seguiremos conociendo más acerca de este pequeño pero sabio tratado, y de cómo podemos aplicarlo en nuestra querida profesión.

  1. Carlos, muchas gracias por compartir el artículo, muchas veces hacemos esta acción tan fundamentar de forma mecánica sin evaluar el impacto real que tiene en nuestro entorno. Una vez escuché «un hombre vale lo que vale su palabra» y honrar esa frase es un gran reto y con eso me quedo. Saludos!

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