Por lo general, esta es la semana del año en que suelo escribir mis propósitos y objetivos para el siguiente. Sin embargo, y aunque estoy consciente de que siempre ha habido un montón de cosas fuera de nuestro control, sentí de repente que este año no vale la pena hacerlo porque no tengo la menor idea de qué pueda pasar en esta nueva realidad. ¿Cómo puedo pensar en viajar, por ejemplo, si en mi país están los aeropuertos cerrados quién sabe hasta cuándo? Desalentador, ¿cierto?

Decidí entonces buscar la manera de establecer algunos objetivos que dependieran solo de mí y que fueran más allá de rebajar dos kilos de peso y hacer más ejercicio. En esa búsqueda me topé con el libro El factor humano de John Carlin, en el que analiza algunas de las características del liderazgo de Nelson Mandela:

1.- Ser realista y tener unos objetivos claros: Su misión siempre la tiene en mente, no perdiendo nunca de vista el objetivo.

2.- Capacidad de pensar a largo plazo: Los grandes objetivos nunca se logran en plazos cortos. Se debe pensar en estrategias que fructifiquen a largo plazo.

3.- Superponer los intereses colectivos a su ambición personal.

4.- Gran pragmatismo: Se debe buscar siempre instrumentos prácticos, reales y concretos para materializar su visión.

5.- Conocer bien al adversario: Intentar ganar su respeto y buscar soluciones dialogadas en las situaciones de conflicto.

6.- Cuidar la imagen: Mandela siempre tenía un porte regio acompañado de una amplia e inmensa sonrisa. Aire entre majestuoso y campechano que resulta muy atractivo para un líder. Gran encanto personal y capacidad de seducción a través de sus buenas maneras y su respeto hacia los demás. Con lo cual lograba que todos se encuentren bien en su presencia al tratar a cualquier persona con amabilidad, respeto y atención.

7.- Gran capacidad de empatía en cualquier ámbito.

8.- Gran integridad apoyada en valores muy claros: Coherencia entre estos y su comportamiento hasta en sus menores gestos.

9.- Astucia: Saber encontrar el equilibrio entre el halago y el paso al ataque sin ofensa para el interlocutor. Gran capacidad de persuasión.

10.-Mostrar un espíritu reconciliador: estacionar el odio y la venganza. Mandela demostro contar con todos al no montar su propio gobierno al llegar al poder, sino que acogió al equipo existente.

Reflexionar sobre estas características de Nelson Mandela me fue muy útil, no solo para reformular mis propósitos de 2021 sino que incluso me apropié de una y la convertí en unos de mis objetivos para el año que viene.

Quise compartirlas porque las encontré muy inspiradoras y porque creo que, a estas alturas de 2020, todos necesitamos el recordatorio de la resiliencia y de la fortaleza que los seres humanos somos capaces de sentir y practicar; de las grandes cosas que – pese a las circunstancias adversas – somos capaces de hacer.

Diana Rodríguez Russill

@ditextos