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La caja en que vivimos

Gustavo Nisivoccia desarrolla en un breve pero ilustrativo artículo la idea de nuestro propio espacio personal y los efectos que este espacio tiene en el trabajo del coaching.
Los bordes de la caja en coaching
Una imagen que me parece poderosa para utilizar en coaching, es la referida a la «caja» en que cada uno de nosotros habita. Más o menos amplia -no importa el tamaño- todos hemos construido un cierto espacio de comodidad, que nos protege del mundo externo.

Ese espacio de comodidad es donde actuamos cómodamente, basados en nuestra visión del mundo, de cómo es la vida, de lo que se espera de nosotros y de lo que esperamos de los demás. Este espacio está rodeado por un borde, constituído por nuestras explicaciones, excusas, miedos, suposiciones, mandatos aprendidos y demás.
El coaching es una actividad con la que podemos apoyar a alguien que ha encontrado el borde de su caja, que ha tomado contacto con cierta incomodidad, a transitar fuera de esa caja, y construir alguna nueva zona de comodidad más amplia.
Esto tiene algunas implicancias para la actividad del coach. Me referiré a algunas:
Por una parte, a no «comprar» las historias como verdades, sino como parte de la visión y explicaciones de su mundo que tiene quien solicita ayuda. Cada explicación, justificación o temor, nos habla de un borde de esa caja, y por lo tanto es nuestra escucha atenta una herramienta poderosa para identificarlos y luego trabajar con ellos.
Otro aspecto no menor, tiene que ver con la comprensión de lo que significa para quien consulta salir de dicha caja. Si sus bordes están construidos con creencias, temores y justificaciones, atravesar esa pared es un movimiento no exento de ambigüedad y temor: «quiero y no quiero». No comprender este aspecto implica que no comprenderemos los avances y retrocesos de la persona durante el proceso, y hasta la posibilidad de huir cuando esté muy cerca de lograrlo.
Y por último, explica por qué no alcanza con la comprensión, con el razonamiento. Todos podemos llegar a comprender nuestra situación e incomodidad y los beneficios de un cambio, y sin embargo no ser capaces de dar un paso concreto o persistir en el camino del cambio.
Creo que la metáfora de la caja es poderosa e ilustrativa, simple de mencionar, algo más complejo de asimilar en la práctica. Por eso vale la pena insistir y reflexionar una y otra vez sobre estos temas. @2011 Gustavo Nisivoccia


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