En esta semana logré leer mi primer libro digital. Se trata de Factfulness de Hans Rosling, un libro extraordinario que cambió mi visión sobre la humanidad y su futuro, en un sentido sumamente positivo. Pero del libro en sí hablaré en otros artículos y por ahora permíteme referirme al título de este artículo, mi primer libro digital, y resalto la palabra digital.

Quizá para muchos de ustedes leer un libro digital es ya algo usual, una rutina que han incorporado en sus vidas. Pero yo confieso que hasta hace muy poco pertenecí al gran número de personas a quienes no le gusta el formato digital. De hecho, algunos amigos me han manifestado que aun no leen mi segundo libro Personas compran líderes porque les cuesta hacerlo en dicho formato.

Yo pertenecía a ese grupo que románticamente dice que nada como un libro impreso, sentir su peso, el olor de la tinta, la magia de pasar sus hojas, subrayarlo e incluso dejarle la huella de una taza de café y es que mi generación creció leyendo libros impresos lo que genera un vínculo emocional importante.

Sin embargo, me puse como tarea leer un libro digital y descubrí un mundo nuevo, avanzado.  Sigo teniendo la posibilidad de subrayar y marcar. El sistema me permite crear tarjetas de estudio, notas al borde, copiar segmentos del libro para usarlos en mis artículos; puedo tomar fotos y hacer capturas de gráficos para incorporar a mis presentaciones. Todo esto respetando los derechos de autor, por supuesto. Sin contar con que los libros en formato digital ocupan menos espacio, son más baratos, pesan menos (los que han leído en papel un libro de 300 páginas, saben a lo que me refiero) y hasta puedes cambiar el tamaño de la letra.

Esta experiencia me hizo reflexionar sobre la cantidad de límites que nos ponemos en un momento dado, solo por aferrarnos al pasado. El “siempre lo he hecho así” nos puede hacer perder la oportunidad de encontrar nuevas y mejores formas de hacer las cosas.

Ho todo el día y preferían llegar a su casa u oficina a hacer las llamadas. Creo que no hay mucho más que decir al respecto.se es el aprendizaje que quiero compartir contigo y me gustaría que me comentes si hay algo a lo que sientes que te aferras: una costumbre, una tradición. ¿Crees que hay forma de cambiarlas para así transformar tu vida y obtener beneficios que no habías imaginado?

¡Espero tus comentarios!